Tengo miedo y no sé de qué. En realidad no es miedo solamente, también enojo, angustia... decepción, decepción de la gente. Son cualquier cosa. Dicen una y hacen otra. Entiendo que la uno cambia, pero no tan rápido ni tan mal. Siento tristeza e indiferencia. No es lindo enterarse de como alguien que querés va decayendo, destruyéndose, pero a la vez, si lo intentás cuidar no sirve, no te dan bola. Lo peor es que soy igual. Con temas distintos, pero igual. Tampoco me considero una persona que pueda dar consejos de vida, pienso que soy un desastre. Evidentemente algo falla, algo está mal, pero a la vez no lo creo. No voy a cambiar mi modo de ser por los demás. Aunque parece que me alejo o se alejan, por ser tan distintos, pero tan iguales a la vez. Debe ser algo mío. Lo que yo pienso que es lo peor e intento evitar, los demás lo toman como diversión, festejo, alegría, no necesario, pero cotidiano.
Llorando, siendo un desastre, termino. No entiendo, y nunca voy a entender qué es lo divertido de la autodestrucción.
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